31 dic 2011

Kelly, el cirujano ginecológico


De ascendencia irlandesa y perteneciente a una familia de profundas convicciones religiosas. Leía la Biblia a diario. Cuando llegó a su mayoría de edad, su madre le obsequió una bella edición de ésta que ocupaba el lugar más importante de su nutrida biblioteca. Nació en Camden, Nueva Jersey, en febrero de 1858 y fue el último de los cuatro fundadores de Johns Hopkins en ser requerido para iniciar las labores asistenciales y académicas del nuevo hospital. Durante sus estudios de primaria en la Universidad de Pensilvania, se destacaba por su gran afición a las ciencias naturales y al estudio de los idiomas, francés, italiano, español y latín. Igualmente se distinguió por la gran dedicación al piano. Inició muy joven sus estudios de medicina en 1877, también en la Universidad de Pensilvania, en donde el programa docente era extremadamente estricto. La escuela contaba con excelentes instalaciones, sofisticados laboratorios de química, histología y patología, lo que permitía a los estudiantes una sólida preparación en las ciencias básicas. Además tenía un cuerpo de profesores de la más alta calificación tales como Joseph Leidy de anatomía; Richard A. Penrose de obstetricia y enfermedades de la mujer; John Ashurs de cirugía, y William Goodel de ginecología. Esta escuela de medicina fue la primera que se abrió en los Estados Unidos de manera formal en 1763. Le siguieron el King’s College, más tarde Universidad de Columbia en 1767, y luego Harvard en 1782. Su gran dedicación al estudio y la investigación motiva a sus compañeros de clase, en 1880, a elegirlo presidente de curso. En mayo de 1882 recibió con honores el título de médico, para iniciar su entrenamiento de post grado en el Hospital de Kensington, cerca de Filadelfia, en donde se aficionó a la ginecología médica y quirúrgica, así como a la carrera docente que lo llevó a alcanzar el título de:
Profesor de la Universidad
de Pensilvania. 
Por la época se practicaban muchas intervenciones quirúrgicas en las residencias de los pacientes, en donde se habilitaban los quirófanos en el comedor que era desinfectado días antes con aerosoles de ácido carbólico. Los historiadores señalan que Kelly practicaba intervenciones en estos lugares en los que trabajaba con Mrs. Hellen Wood, una enfermera a quien había entrenado como su asistente (instrumentadora). En 1833, en Kensington, funda el Hospital Kelly para Mujeres, uno de los primeros en los Estados Unidos dedicados únicamente a la obstetricia y enfermedades de la mujer, que años después fue incorporado al Hospital de Kensington para mujeres.

A sus ochenta años, por obvias razones, dejó la cirugía, pero continuó siendo un ginecólogo médico importante. Presentaba frecuentes episodios de infecciones respiratorias y al iniciar el año 1943 cuando contaba con ochenta y cinco años mostraba ya una notoria decadencia física. El 12 de febrero de ese año, con los diagnósticos de uremia y neumonía, fue internado en el Hospital Union Memorial de Baltimore, en donde falleció unas pocas horas antes que su esposa, quien se encontraba recluída en habitación contigua y muriera, posiblemente por una falla multisistémica de la edad avanzada. Luego de una sencilla ceremonia religiosa el monumento el cual está construido sobre fundamentos que son tan indestructibles como la roca de los tiempos”. Dr. Kelly de Hopkins, fue sepultado junto con su esposa en el Cementerio de Woodlawn de la misma ciudad. En su memoria la sección de oncología ginecológica del famoso hospital se llama Kelly Oncologic Service. Uno de sus amigos, el doctor Rudolph Matas, de Nueva Orleans, dijo a su fallecimiento: “Una vida con semejante actividad, tan vasta y fructuosa, no necesita premiarse para coronar sus logros. El doctor Kelly ha creado su propio  monumento el cual está construido sobre fundamentos que son tan indestructibles como la roca de los tiempos”. 







The historic 1898 summer home of Johns Hopkins Hospital founder Dr. Howard Kelly

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