24 mar 2012

MEZZOFANTI,El Hombre Que Hablo 72 Idiomas

SIN APENAS ESTUDIOS, EN POCAS SEMANAS HABLABA CUALQUIER IDIOMA, Y EN 4 MESES APRENDIO CHINO

Guiseppe Caspar Mezzofanti fue un cardenal italiano que pasó a la historia por convertirse en una de las personas que más lenguas llegó a dominar a la perfección pese al hecho de no haber salido nunca de su Italia natal.
Mezzofanti nació en Bolonia el 17 de Septiembre de 1774 en el seno de una humilde familia de carpinteros. Desde pequeño trabajó como peón en la carpintería de su padre situada junto a una escuela. Sorprendentemente, Mezzofanti con tan sólo escuchar de lejos las clases de griego y latín era capaz de memorizar cada una de las palabras.
El profesor de la escuela, al enterarse de este peculiar hecho, habló con el padre, convenciéndolo de que el chico podría llegar lejos si atendiera a las clases de latín en la escuela. Mezzofanti comenzó a asistir a la escuela, y no pasó mucho tiempo hasta que dominó a la perfección el latín y el griego. Gracias a su asistencia a las escuelas pías de Bolonia, conoció a varios misioneros jesuitas, gracias a los cuales consiguió aprender alemán, español y varios idiomas locales sudamericanos.
Durante su adolescencia, su grandes capacidades le hicieron popular en toda la región, y muchas veces se recurría a él como intérprete de cualquier extranjero que no dominase el italiano. Una de las anécdotas más destacadas es la del hijo de Uttini, un músico italiano emigrado a Suecia, que a la muerte de su padre fue mandado a Italia, donde llegó hablando únicamente sueco.

Mezzofanti, al primer contacto con el chico se percató de que el idioma que hablaba era todo un misterio para él. Tras varios fracasos en la comunicación, Mezzofanti pidió al joven que le dejara algunos libros en su idioma. Una breve ojeada le bastó para percatarse de la afinidad del sueco con el alemán que ya conocía, lo que unido a una ayuda básica del sueco en la pronunciación le permitió a Mezzofanti dominar a la perfección el sueco en pocas semanas.
Una vez terminó la escuela se apuntó al seminario, donde terminó los estudios de filosofía y teología antes de la edad mínima para ordenarse como sacerdote, por lo que el tiempo de espera lo dedicó al estudio de árabe y otras lenguas orientales. En 1797, con tan sólo 23 años, pudo ordenarse como sacerdote, al mismo tiempo que asumió la cátedra de griego, así como la de hebreo, árabe y lenguas orientales de la universidad de Bolonia.
Una vez ordenado sacerdote, utilizó sus habilidades lingüísticas para asistir como confesor a todos los extranjeros, así como para ayudar en los hospitales a los heridos extranjeros de las batallas napoleónicas, gracias a lo cual pudo aprender varias lenguas europeas que hasta entonces desconocía. Debido a los problemas económicos de sus padres y de su hermana, se vio obligado a rechazar en 1806 y 1814 sendas ofertas de Napoleón y Pío VII para darles servicio, pero definitivamente se trasladó a Roma en 1831 ante el ofrecimiento de Gregorio XVI de poner sus facultades al servicio de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
Una vez en Roma, en un ambiente más cosmopolita que su Bolonia natal, tuvo acceso al aprendizaje de muchos otros idiomas de los cuales únicamente le supuso un gran esfuerzo el chino mandarín. Mezzofanti necesitó más de cuatro meses para conseguir dominar este idioma, momento en el que fue capaz de entablar conversaciones fluidas con Umpierres, un antiguo misionero de Macao.
En 1838, su buena relación con el Papa Gregorio XVI le llevó a ser ascendido a cardenal, puesto en el que se mantuvo hasta su muerte en 1849. Su reconocimiento hizo que se alzase un monumento mortuorio en su memoria que aún a día de hoy se puede observar en la iglesia de Sant’Onofrio al Gianicolo en Roma.
A lo largo de su vida, fueron varios los grandes escritores, políticos y artistas que coincidieron con él, entre los que se encontraban gente de la talla de Charles William Russel o Lord Byron, y todos ellos afirmaron en algún momento la capacidad lingüística de Mezzofanti.
Haciendo un sumario de todos los escritos que publicó Mezzofanti, así como todos los testimonios que se han podido recoger a lo largo de los años sobre sus facultades para hablar y escribir en distintos idiomas, se puede afirmar que Mezzofanti llegó a adquirir distintos niveles en un total de 72 idiomas distintos, así como varios dialectos aparte.
De todas estas lenguas, adquirió pureza de acento, así como vocabulario y gramática propia de nativos en 30 lenguas, en las que también era capaz de diferenciar e incluso hablar los dialectos más populares.
Llegó a dominar otros 9 idiomas en los que no consiguió pureza de acento, y fue capaz de utilizar para conversar otros 11 idiomas más, aunque con los datos que han llegado hasta nuestros días es difícil determinar a qué nivel. Llegó a conocer la gramática y estructura de otros 8 idiomas, y un vocabulario básico en 14 más.
Extraordinario, verdad? Espero que te haya resultado interesante la informacion de este hombre, que quiza sea la persona que mas idiomas ha hablado en la historia...

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